Precio justo

Precio justo o justo precio, en economía y filosofía escolástica renacentista (s. XVI y XVII), es el precio que permite al productor o comerciante vivir dignamente con su actividad y a la vez permite que dicho bien o servicio pueda estar al alcance del consumidor o ciudadano que lo necesite o requiera. El precio justo conjuga la necesaria actividad económica de los intercambios con la justicia y equidad de la filosofía moral.

El precio justo para los bienes y servicios fue uno de los problemas tratados, junto otros aspectos como la usura, por la escolástica y desarrollado por la Escuela de Salamanca por los considerados como primeros pensadores de la economía en sus leyes de economía con el objetivo de crear una ética económica (Francisco de Vitoria, Tomás de Mercado, Luis de Molina, Martín de Azpilcueta y Melchor de Soria).

Posteriormente la teoría económica clásica del siglo XVIII-XIX (Adam Smith, Jean-Baptiste Say, David Ricardo) con su teoría de la utilidad marginal o marginalismo, también criticada por sus limitaciones, rechazaron este concepto y consiguieron desterrarlo de la economía política dejando solamente como materia de estudio las leyes de la formación del precio. En el libro de 1775 La riqueza de las naciones de Adam Smith la economía política se escinde la filosofía moral.[1]

Con la publicación en 1936 del libro de Teoría general del empleo, el interés y el dinero de Keynes y el desarrollo de la escuela keynesiana vuelven a considerarse aspectos éticos en la economía política que obligan a revisar los conceptos tradicionales, entre ellos el precio justo así como el adecuado tipo de interés.

  1. Jose Manuel Naredo, Taxonomía del lucro, Cap. VI. El precio justo y la libre competencia, p.167, Ed. Siglo XXI, ISBN 978-84-323-1938-9.

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